La tendencia adecuada para mantener la salud bucal es la prevención, siendo importante estimular y desarrollar acciones antes de que se manifieste algún problema dental, tanto en adultos como en niños.
Debemos acercar al niño a la consulta odontológica en el estado de salud óptimo de sus dientes. De esta forma podremos motivarlos, como en un juego, a visitar al odontólogo: conocer el consultorio, sus instrumentos, equipos y olores característicos.
Además, así podemos evitar que los niños se enfrenten con situaciones traumáticas que perturban su experiencia y que registren con miedo para futuras visitas.
Motivar es un paso positivo para la prevención cuando los dientes y tejidos están sanos.
Factores de riesgo para la enfermedad:
Hábito.
Es importante la participación activa de grandes y chicos para el logro del hábito de lavarse los dientes después de cada comida. Los dentífricos actuales, con diferentes y agradables sabores, contribuyen a dicha tarea y el agregado que tienen de flúor, contribuye a fortalecerlos.
Cepillado: la técnica del cepillado básico será enseñada en cada caso por el profesional actuante. Desde los tres años los niños pueden aprender a cepillarse sus dientes.
Se recomienda:
Usar el cepillo seco con poco dentífrico.
Acciones al alcance del paciente en materia preventiva:
PREVENIR NO DUELE.
Tanto los adultos como los niños debemos efectuar un control periódico con la visita al odontólogo de nuestra confianza.