Prevención de enfermedades cardiovasculares

La enfermedad coronaria es la principal causa de muerte prevenible en los países occidentales. En muchos estudios de poblaciones se ha demostrado que la enfermedad cardiovascular ateroesclerótica es prevenible y que la detección y corrección de los factores de riesgo son medidas efectivas.

Podemos decir que la enfermedad aterosclerótica vascular, ya sea coronaria, cerebral o periférica, es una enfermedad pluricausal y que no depende de un solo factor.

Sin embargo, a pesar de los datos obtenidos de distintos relevamientos las medidas de prevención y corrección de factores de riesgo no han tenido el éxito esperado en la población.

¿Qué es un factor de riesgo?

Es un factor cuya presencia se asocia a un incremento en la probabilidad de desarrollar una enfermedad en el tiempo. Dentro de los factores de riesgo están los modificables y los no modificables:

No modificablesModificables(no erradicables)Modificables (erradicables)
EdadHipertensión arterialSedentarismo
SexoDiabetesTabaquismo
Antecedentes heredo-familiaresDislipidemia – Obesidad 

Dislipidemia.

Es una enfermedad con una serie de condiciones patológicas con un elemento en común que es la alteración del metabolismo de los lípidos, con su consecuente alteración de las proporciones de las lipoproteínas y lípidos.

Estos trastornos lipídicos son asintomáticos, así que su diagnóstico debe ser realizado mediante un análisis de sangre que determine los valores de colesterol total, HDL (colesterol bueno), LDL (colesterol malo) y triglicéridos.

Se ha demostrado que con valores por encima de 240 mg% de colesterol total, se tiene el doble de probabilidades de tener un infarto que teniendo valores menores a 200 mg%.

Cuando las células son incapaces de absorber y metabolizar todo el colesterol circulante, el sobrante se deposita en la pared de las arterias y contribuye al estrechamiento progresivo, originando la aterosclerosis.

Clasificación:

Las causas que pueden llevar a un aumento de los niveles de colesterol son varias:

  • Causas genéticas: son las denominadas hipercolesterolemias primarios y presentan un carácter familiar hereditario.
  • Causas secundarias: por otras enfermedades. Se puede producir un aumento del colesterol en sangre motivado por la concurrencia de otras enfermedades como el hipotiroidismo, diabetes, enfermedades hepáticas, enfermedades renales o el tratamiento con progestágenos y esteroides.
  • Dieta. Los hábitos inadecuados en la alimentación son una de las causas más importantes de la aparición de hipercolesterolemia.
  • Vinculadas al estilo de vida: alcoholismo, obesidad, tabaquismo.

¿Cuáles son los valores recomendados?

 Colesterol totalColesterol malo (LDL)Colesterol bueno (HDL)Triglicéridos
Óptimo<200<100>60<150
Casi óptimo 100-129  
Moderado200-239130-15941-59151-199
Severo>240160-189>40200-499
Muy severo >190 >500

Para realizar una valoración rápida y sencilla del riesgo de enfermedad cardiovascular al que está sometido un paciente en función de sus niveles de colesterol, se ha desarrollado el denominado Índice Aterogénico de Castelli. Se calcula dividiendo el valor de colesterol total entre el valor de colesterol HDL:

Índice Aterogénico = Colesterol total / Colesterol HDL.

 HombresMujeres
Riesgo bajoInferior a 5Inferior a 4.5
Riesgo moderado 5-94.5-7
Riesgo altoSuperior a 9Superior a 7

Recomendaciones para elevar el HDL colesterol (bueno):

  • Reducción de peso: por cada 3 kg de descenso de peso, el HDL-C se incrementa 1 mg. /dL.
  • No fumar. Los niveles de HDL-C en fumadores son 7–20% menores que en los no fumadores. Los niveles de HDL-C se normalizan dentro de los 30–60 días luego de la cesación del tabaquismo.
  • Ejercicio: el ejercicio aeróbico incrementa el HDL-C en forma dosis dependiente.
  • Ingesta total de grasas: dietas muy bajas en grasas disminuyen HDL-C en todos los pacientes
  • Alcohol: incrementa HDL-C en forma dosis dependiente (consulte con su médico ya que el alcohol incrementa la ingesta).
  • Restricción calórica (dietas muy hipocalóricas): disminuye HDL.

Ante cualquier duda consulta a tu médico.

Obesidad.

Se define como la acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud.

Desde 1980, la obesidad se ha más que doblado en todo el mundo. En 2008, 1500 millones de adultos (de 20 años o más) tenían sobrepeso. Dentro de este grupo, más de 200 millones de hombres y cerca de 300 millones de mujeres eran obesos.

En el 2005 había en todo el mundo al menos 20 millones de menores de 5 años con sobrepeso. En cinco años esta cifra se duplico y en 2010, alrededor de 43 millones de niños menores de cinco años tenían sobrepeso.

Causas:

La causa fundamental es el desequilibrio entre la ingesta y el gasto calórico. A esto se debe sumar la modificación de la dieta diaria con un aumento de la ingesta de alimentos hipocalóricos, ricos en grasas y azúcares. Además, crece la tendencia a disminuir la actividad física debido a la naturaleza de la evolución de los trabajos, transporte, urbanización y tecnología.

Consecuencias:

El exceso de peso aumenta la probabilidad de desarrollar otros problemas:

  • Hipertensión: una persona con sobrepeso tiene riesgo de 2 a 6 veces más de desarrollar hipertensión.
  • Colesterol: está afectado a la cantidad de grasas saturadas que se ingieren diariamente.
  • Diabetes: el 80% de las personas con diabetes tiene sobrepeso.
  • Enfermedad cardiovascular.
  • Enfermedades del aparato locomotor y, en particular, la aparición de artrosis.
  • Algunos tipos de cánceres como los de endometrio, mama y colon.

¿Cómo saber si se sufre obesidad?

Hay dos maneras sencillas de medir el grado de obesidad:

1) Uno es el Índice de Masa Corporal (IMC). Este es un índice de valoración de peso corporal que ha sido relacionado con la mortalidad total y con la morbilidad (posibilidad de tener alguna patología). Se calcula con la siguiente fórmula:

Peso / Superficie corporal (altura en metros) ²

– Por ejemplo: Una persona que pesa 70 kg y mide 1,70 mtrs. deberá hacer el siguiente cálculo:

70/(1,70) ² => 70/2.89 = 24.22 => IMC es de 24,22

ClasificaciónIMC (kg/m2)Riesgo de comorbilidades
Bajo peso< 18,5Bajo (aunque puede relacionarse con enfermedades relacionadas con el bajo peso)
Peso normal18,5 – 24,9Normal
Sobrepeso25,0 – 29,9Medianamente incrementado
Obesidad> o = 30,0 
Clase I30, 0 – 34,9Moderado
Clase II35,0 – 39,9Severo
Clase III> a 40,0Muy severo

Sustancialmente incrementado.

Varones> o = a 94 cm> o = a 102 cm
Mujeres> o = a 80 cm> o = a 88 cm

2) Otro índice es la medición del perímetro de Cintura. Se debe medir en el punto medio entre la última costilla y la cadera (aproximadamente por encima del ombligo).
Beneficios obtenidos si descendemos un 10% de nuestro peso corporal:

Mortalidad   >20% disminuye la mortalidad total
   >30% disminuyen las muertes asociadas a diabetes
   >40% disminuyen las muertes asociadas a obesidad
Presión Arterial   Disminuye a 10mmHg TAS
Diabetes   Disminuye hasta 50% glucosa en ayunas
Lípidos   10% disminuye el colesterol total
   15% disminuye el LDL
   30% disminuyen los triglicéridos
   8% aumenta HDL

Dietas de moda.

Ante el avance de la obesidad y, al mismo tiempo, la exigencia social de ser delgado, dietas de todo tipo son seguidas por las personas que quieren bajar de peso rápidamente. Sin embargo, muchas se basan en simples mitos y hasta en hábitos peligrosos para la salud.

Dada la alta prevalencia de obesidad en todo el mundo y la contraposición de la moda de estar delgados, existe un afán generalizado en intentar adelgazar por cualquier medio, siendo esta sociedad entonces, un campo fértil para la proliferación de “dietas” u “otras alternativas” para perder peso sin renunciar al privilegio de comer hasta estar saciado.

La moda dietética aparece en la década del sesenta, con la incorporación en el mercado de los edulcorantes. Y a partir de allí fue avanzando hasta hacerse masiva con distintas denominaciones. Las primeras dietas de moda fueron confeccionas por médicos adquiriendo el nombre de su autor (Dieta de Atkins, Dieta de Scardale, etc). Luego incursionaron en ellas actrices y deportistas famosos. Y por último se bautizaron con distintos nombres según el aspecto o el alimento que la caracteriza: dieta del agua, dieta de la manzana, del astronauta, antidieta, disociada, etc.

La población con sobrepeso, muchas personas con peso normal y poblaciones vulnerables como es el caso de adolescentes, van probando estos distintos ofrecimientos, entrando en un conocido círculo vicioso.

La mayoría de estas dietas logran, en principio, resultados satisfactorios debido a la alta motivación inicial, al grado de cumplimiento y a la importante restricción calórica impuesta. Sin embargo, las desventajas son altas:

  • No cumplen con la Ley de Adecuación (una ley que siempre debe respetarse en nutrición para que una alimentación sea correcta) por no adaptarse a las características individuales de cada persona
  • Conllevan muchas veces riesgo para la salud.
  • No contribuyen al cambio de hábitos alimentarios, elemento clave para el mantenimiento del peso alcanzado a largo plazo.
  • La recuperación del peso habitual es sólo cuestión de tiempo.

El único camino posible será un cambio en el estilo de vida. Por lo tanto, cualquier tratamiento elegido deberá apuntar a ello, para lograr no sólo el objetivo buscado a corto plazo, sino que sea capaz de mantenerlo en el tiempo.

Dra. Laura Maffei – Directora Médica
Lic. María Elena Torresani – Directora Área Nutrición
Consultorios Asociados de Endocrinología
Texto extraído del Libro “Aprendamos a comer sin contar calorías”- Lic. María
 Elena Torresani.

Sedentarismo.

Es un factor de riesgo modificable, lo que significa que la adopción de un estilo de vida que incluya la práctica de ejercicio físico interviene en la mejora de la salud y reduce el riesgo de padecer enfermedad vascular.

¿Cómo lo definimos?

  • Es cuando una persona no llega a consumir activamente menos del 10% del gasto energético total. Definición algo complicada ya que depende de cómo es el gasto calórico basal de la persona de acuerdo a la edad y al peso.
  • Cuando la persona no realiza al menos 25 minutos (en mujeres) y 30 minutos (en hombres) de ocio activo (cualquier ejercicio de intensidad igual o superior a caminar a paso rápido)

Principales causas de sedentarismo:

  • Jornada laboral extensa.
  • Falta de tiempo.
  • Escasos recursos económicos.
  • Falta de espacios públicos adecuados.
  • Urbanización creciente.
  • Aumento del parque automotor.
  • Medios de comunicación (celulares, internet, etc).
  • Inseguridad.
  • En los niños: la PC, internet, video juegos.

Consecuencias:

  • Mayor incidencia de muerte súbita.
  • Hipertensión arterial.
  • Diabetes.
  • Dislipidemia.
  • Obesidad.
  • Enfermedades cardiovasculares.
  • Ansiedad.
  • Estrés, depresión.
  • Osteopenia.
  • Atrofia muscular, fatiga muscular.

¿Cómo se combate el sedentarismo?

Iniciando un plan de ejercicios físicos progresivos acordes a la edad, peso, antecedentes deportivos, y patologías previas.

Sugerencias para disminuir los riesgos de enfermedad cardiovascular:

  • Mejora la calidad y cantidad de su alimentación, disminuyendo la ingesta de azucares, sal y grasas saturadas.
  • Consumí frutas, verduras (preferentemente crudas), cereales, fibras, pescados, carnes magras y lácteos descremados.
  • Mantene un peso saludable.
  • Realiza ejercicio físico predominantemente aeróbico y trabajos de fuerza-resistencia. Todos podemos realizar algún tipo de ejercicio o deporte de acuerdo a nuestra edad y estado físico. 
  • Disfrute de la vida al aire libre, con su familia y amigos. Realizá ejercicios de relajación.

Síndrome metabólico: el enemigo interior.

Se denomina síndrome metabólico a la conjunción de varias enfermedades o factores de riesgo en un mismo individuo que aumentan el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular.

¿Qué es el síndrome metabólico (SM)?

Es la suma de, al menos, tres de los siguientes factores de riesgo:

  • Obesidad central o abdominal por medio de la circunferencia abdominal (hombres mayor a 102 cm, y mujeres mayor a 88 cm).
  • Aumento de los triglicéridos (igual o mayor a 150 mg/dl).
  • Bajos niveles de HDL colesterol (en hombres igual o menor a 40mg/dl, y en mujeres igual o menor a 50 mg/dl).
  • Hipertensión arterial (igual o mayor a 130/85 mmHg).
  • Glucemia elevada en ayunas (mayor a 110 mg/dl). La presencia de diabetes no excluye el diagnóstico de síndrome metabólico.

¿Cómo prevenir las complicaciones del síndrome metabólico?

La conducta frente a la comida: a los niños se los educa desde pequeños a atenuar sus frustraciones con una golosina. Condicionamos sus conductas con un helado, un caramelo o un postre. Los obligamos también a terminar todo el plato de comida. Es probable que cuando lleguen a adultos y enfrenten cualquier adversidad también intenten disminuir su frustración comiendo en exceso o se “premien” con alguna golosina. Esta es una conducta compulsiva muy riesgosa. Cuando nos sentemos a la mesa para alimentarnos, hagámoslo sólo para comer. Sin preocupaciones o distracciones en otros pensamientos.

Alimentación saludable: la sobrealimentación aumenta la adiposidad intra-abdominal. El sobrepeso y la obesidad aumentan además el riesgo de padecer otras enfermedades (adenomas prostáticos, cáncer de colon, de mama y de útero, enfermedad de Alzheimer, hipertensión arterial y trastornos respiratorios, entre otros).

Al observar la pirámide alimenticia se puede advertir que no sólo se compone de alimentos, sino que la actividad física regular sostiene toda la estructura. La pirámide nos indica la proporción de alimentos más saludables (cercanos a la base de la pirámide), y los menos saludables (situados en el vértice superior) que debemos observar en nuestra dieta. Enfermamos porque no respetamos estas proporciones.

¿Peso ideal o peso saludable?: la alimentación saludable debe ser personalizada, diseñada y controlada por un especialista. El peso ideal es muy difícil de lograr, lo importante es tener un peso saludable. Debemos proponernos pequeños objetivos, metas que sean posibles de cumplir. Por ejemplo, disminuir 10% la circunferencia abdominal es un gran paso. Bajar de peso sólo por razones estéticas o por una dieta de moda tiene muchos riesgos.

Calidad de la comida:  evita la comida chatarra; es muy rica en calorías, son pobres en vitaminas y fibras, aumentando el riesgo cardiovascular. 

Otros alimentos más saludables, como los cereales, verduras, frutas, pescados y carnes magras, son fuentes de proteínas, vitaminas y fibras, disminuyen el riesgo cardiovascular.