Es un tumor canceroso que se forma en los tejidos de los ovarios (glándulas reproductivas femeninas). Estas células se multiplican rápidamente y pueden invadir y destruir tejidos sanos del cuerpo.
Los ovarios están compuestos principalmente por tres tipos de células: en cada tipo de célula se puede desarrollar un tipo diferente de tumor:
Algunos de estos tumores son benignos (no cancerosos) y nunca se propagan fuera del ovario. Los tumores ováricos malignos (cancerosos) o tumores de escasa malignidad (bajo potencial maligno) se pueden propagar (hacer metástasis) a otras partes del cuerpo, y pueden causar la muerte.
¿Qué síntomas puede desarrollar?
No hay sintomatología específica y habitualmente se confunde con la que puede producir el aparato digestivo y la vejiga, especialmente si es persistente.
Es posible que el cáncer de ovario no cause signos o síntomas temprano. En el momento en que se presentan puede ser que se encuentre en un estado avanzado.
¿Cómo se diagnostica?
Las pruebas y los procedimientos que se utilizan para diagnosticar el cáncer de ovario son:
Es recomendable que las mujeres se sometan regularmente a exámenes médicos, especialmente aquellas con antecedentes familiares de la enfermedad o que pertenecen a grupos de riesgo.
¿Qué factores pueden aumentan el riesgo de padecer cáncer de ovario?
¿Qué factores que pueden reducir el riesgo de cáncer de ovario?
Otras formas de regulación de la natalidad como la ligadura tubárica (atar las trompas de Falopio) y el uso a corto plazo de dispositivos intrauterinos también se han relacionado con un menor riesgo de cáncer de ovario.
La detección precoz es fundamental para mejorar el pronóstico, la calidad de vida y las tasas de supervivencia.
Fuentes: Clínica Mayo / American Cancer Society / Inst. Nacional del Cáncer (Arg).